Había una vez un niño llamado Josué, que vivía muy lejos de aquí. Josué era amante de la naturaleza y también muy inteligente y trabajador.
Un día estaba trabajando en su huerta, y vió una flor de pascua, la regó la cuidó hasta que la flor creció. Josué le había cogido mucho cariño y estaba siempre con ella, hasta que un día la flor le habló. Él muy extrañado le preguntó que si hablaba y ella le respondió que claro que vaya pregunta. El niño no sabía que pasaba, se preguntaba indeciso que haría con ella, así llevó a su casa. La flor le dijo que no le temiera, que solo que ría darle las gracias por todo, y él que ahora que que sabía que hablaba la trataría mejor de lo que ya la trataba. La flor y él fueron amigos inseparables, pero la madre de Josué , llamada Rosa, quería saber que era lo que hacía el niño, cuando no lo veía, así que lo siguió, lo espió y descubrió lo de la flor.
Entonces la madre la raptó y la llevó al mercado diciendo que la vendía a treinta euros ya que hablaba. El niño cuando se enteró le dijo a la madre que como le podía haber hecho aquello y ella le respondió diciéndole que sin tan importante era para él se la devolvería. Y así lo hizo y colorín colorado este cuento se ha acabado.
jueves, 16 de diciembre de 2010
La flor de pascua
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